Aquí estoy de nuevo. Despierto a las tres de la mañana tratando de exorcizar mis demonios con el poder divino del blog.
La otra noche platicaba con mis colegas del curso de alemán. Todos estudian alemán por que pretenden emigrar hacia ese país, bueno, con excepción de uno, que se va a Viena, Austria. Pero la situación, es la misma.
Al escuchar sus razones, de pronto me embistió como si se tratase de un toro enorme. Todos nos vamos, porque estamos huyendo. Algunos se van por que huyen del futuro en este país. Algunos se van por que huyen del país en un futuro. Yo me voy porque huyo de la miseria de mi vida.
Hablo de una miseria espiritual. Tengo la esperanza de poder abandonarla, tanto…
La semana pasada fui a una entrevista para mis estudios de posgrado, encontré curioso el hecho de que mencionaran que mis habilidades matemáticas eran “remarcables”. Si tan solo el mundo fuera tan simple, no lucharía para mantenerme en una pieza todos los días.
Solo el 2% de la población mundial tiene ojos verdes. Afortunados ellos.
Mientras tanto.. Dibujé a Edgar para charlar con él. ¿Tú qué opinas, Edgar?